La alteración en el desarrollo del lenguaje expresivo, es un problema lingüístico de codificación, en el que están deteriorados la producción simbólica y el uso comunicativo del lenguaje.
A. Las puntuaciones obtenidas mediante evaluaciones del desarrollo del lenguaje expresivo, normalizadas y administradas individualmente, quedan sustancialmente por debajo de las obtenidas mediante evaluaciones normalizadas, tanto de la capacidad intelectual no verbal como del desarrollo del lenguaje receptivo. El trastorno puede manifestarse clínicamente a través de unos síntomas que incluyen un vocabulario sumamente limitado, cometer errores en los tiempos verbales o experimentar dificultades en la memorización de palabras o en la producción de frases de longitud o complejidad propias del nivel evolutivo del sujeto.
B. Las dificultades del lenguaje expresivo interfieren en el rendimiento académico o laboral, o en la comunicación social.
C. No se cumplen criterios del trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo ni del trastorno generalizado del desarrollo.
D. Si hay retraso mental, déficit sensorial o motor del habla, o privación ambiental, las deficiencias del lenguaje deben exceder de las habitualmente asociadas a tales problemas.
Nota de codificación: Si está presente un déficit sensorial o motor del habla o una enfermedad neurológica, se codificará en el Eje III.
El individuo no puede expresar la idea en palabras y presenta también problemas en la expresión no verbal. Se observan dificultades similares con la repetición, la imitación y el señalar objetos con su nombre o actuar bajo órdenes. Los niños que padecen tienen un curso, pronóstico y diagnósticos comórbidos diferentes a los otros trastornos de este mismo grupo de patologías.
El trastorno de expresión del lenguaje, se puede hacer evidente antes de los 3 años, este estado causa preocupación en los padres de los niños que parecen inteligentes, pero todavía no hablan, o poseen poco vocabulario o baja compresión. El período de 4 a 7 años resulta crucial. Normalmente a los 8 años, queda establecida una de las dos direcciones evolutivas. El niño puede entonces progresar hacia un lenguaje prácticamente normal, permaneciendo sólo defectos sutiles y quizás síntomas de otros trastornos de aprendizaje. Alternativamente, el niño puede permanecer incapacitado, mostrar un progreso lento y más tarde perder algunas capacidades previamente adquiridas. En este caso puede existir una disminución del CI no verbal, posiblemente debido al fracaso en el desarrollo de la secuenciación, la categorización y de las funciones corticales superiores relacionadas con ellas. El niño puede perder parte de la inteligencia mostrada al principio y llegar a parecerse a un adolescente retrasado mentalmente. En ambos casos, las complicaciones del trastorno del lenguaje expresivo incluyen timidez, retraimiento y labilidad emocional.
En el lenguaje verbal se producen tantos errores semánticos como sintácticos de tal forma que la selección de palabras y la construcción de la frase pueden estar deterioradas; las paráfrasis, las narraciones o las explicaciones son ininteligibles o incoherentes. El niño con un trastorno del lenguaje expresivo puede usar formas de expresión lingüística que evolutivamente son más primitivas, y puede confiar más en la comunicación no verbal para las peticiones y comentarios. Puede ser que emplee frases cortas y estructuras verbales simples, incluso en comunicaciones no verbales como el lenguaje por signos. Esta característica implica un problema en el desarrollo simbólico a través de las modalidades del lenguaje, conduciendo a un grupo diverso de retrasos en la articulación, vocabulario y gramática.
Los individuos con un retraso en el lenguaje expresivo, pueden utilizar formas de lenguaje expresivo de desarrollo temprano pero más lentamente. Estos niños pueden ajustar su lenguaje para hablar con niños pequeños de una forma apropiada, lo que sugiere alguna facilidad y flexibilidad en el uso de sus habilidades lingüísticas.
Pueden verse asociados trastornos del aprendizaje, trastornos del desarrollo de la articulación, impulsividad, falta de atención, o agresividad. En los primeros años cuando el niño se frustra puede tener rabietas, o cuando es mayor rechazar el hablar durante un corto periodo. Los problemas con las interacciones sociales pueden conducir a problemas con los compañeros y a sobredependencia de los miembros de la familia.
Se han descrito diversas etiologías que comprenden factores neurológicos, genéticos, ambientales y familiares. En determinados casos actúan conjuntamente influencias teratogénicas, perinatales, tóxicas y metabólicas. Cuando existe pérdida auditiva, el grado de pérdida correlaciona intensamente con la magnitud del deterioro del lenguaje. Se han propuesta también como causas daños sutiles en el cerebro y retrasos en la maduración del desarrollo cerebral, aunque no existen evidencias al respecto. Así, se ha informado de que los niños con trastorno del lenguaje expresivo presentan menor flujo sanguíneo cerebral en el hemisferio izquierdo.
En la evaluación se incluye una valoración psiquiátrica (atención y problemas de conducta), neurológica, cognitiva y educativa. La inteligencia se determina mediante una medida no verbal del CI. Resulta razonable realizar un test de agudeza auditiva, y resulta esencial una exploración de los trastornos de aprendizaje concomitantes.
Los trastornos del lenguaje se asocian con otros muchos trastornos psiquiátricos, de modo que puede resultar difícil separarlos. Así con respecto al retraso mental que tienen un deterioro generalizado de todo el funcionamiento intelectual, los niños con trastorno de expresión del lenguaje tienen estas capacidades no verbales dentro de los límites de la normalidad.
Deterioro auditivo | Retraso Mental | Autismo | T. Expresión del lenguaje | T. Mixto del lenguaje | Mutismo selectivo | Trastorno fonológico | |
Comprensión | - | - | - | + | - | + | + |
Expresión | - | - | - | - | - | Variable | + |
Audiograma | - | + | + | + | Variable | + | + |
Articulación | - | - | - | - | - | + | - |
Lenguaje Interno | + | Limitado | - | + | Limitado | + | + |
Uso de gestos | + | + | - | + | + | + | + |
Atiende sonidos |
Altos o bajos
|
+ | - | + | Variable | + | + |
Mira a la cara | + | + | - | + | + | + | + |
Ejecución | + | - | + | + | + | + | + |
La diferencia con el trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo, reside en la comprensión.
En los trastornos generalizados del desarrollo, los niños presentan además ausencia de lenguaje interno, de juego imaginario o simbólico, del uso apropiado de los gestos y de la capacidad para establecer relaciones sociales significativas. Además no expresan frustración ante las dificultades comunicativas. Estas características no están presentes en el trastorno de expresión del lenguaje.
Además, a diferencia del trastorno autista y de los trastornos generalizados del desarrollo, la comprensión de la comunicación verbal y no verbal es normal.
Por último, los niños con afasia o disfasia adquirida tienen una historia de desarrollo del lenguaje normal, , el deterioro ha tenido lugar después de un accidente o trastorno neurológico.
Las terapias deben ir dirigidas a mejorar las estrategias de comunicación y las interacciones sociales. La logoterapia debe aplicarse lo más rápidamente posible tras el diagnóstico, y debería tener como objetivo el ampliar el número de frases utilizando métodos constructivos, para ello, se podrá aplicar el refuerzo conductual, entrenamiento con fonemas, vocabulario y construcción de frases. La psicoterapia individual puede ser un apoyo útil, ya que al positivar la autoestima mejora la comunicación efectiva.
La psicoterapia familiar, en especial a los padres puede estar indicada en elgunos casos para disminuir tensiones familiares derivadas de las dificultades del niño y para elevar la compresión del problema.