Un ejemplo de una confusión muy profunda entre determinismo genético y orígen biológico lo podemos encontrar en este texto extraido de una página web sobre esquizofrenia
"Como se ha venido planteando, la esquizofrenia es una enfermedad genéticamente determinada, que se observa con mayor frecuencia en la población con menores recursos socioeconómicos. Por ello actualmente es más observada en los países emergentes, como México, donde existe una desigualdad muy marcada entre los diferentes grupos sociales. Lo que se explica si analizamos los factores asociados a la enfermedad, que a excepción del genético, están muy vinculados a las situaciones de pobreza de la población, como el trauma obstétrico, la desnutrición, las infecciones infecciosas prenatales, entre otras."
En este texto hay un error muy grave, primero se afirma que la esquizofrenia es una enfermedad genéticamente determinada, lo que quiere decir que se debería heredar con un patrón determinado independientemente del ambiente, y posteriormente se afirma lo contrario, que es el ambiente quien la determina. Sin embargo conviene fijarse en que los factores que se citan como "asociados a la enfermedad" son de tipo biológico (traumas, desnutrición, infecciones...), aunque no genéticos.
Los genes modulan el desarrollo y pueden estar en el orígen mismo de muchas patologías orgánicas, pero en un órgano tan complejo como el sistema nervioso los genes simplemente pueden dar ciertas predisposiciones, y finalmente será el ambiente a lo largo del desarrollo quien module la arquitectura nerviosa. Esto es muy importante, porque en el caso de la esquizofrenia, hay una larga tradición de buscar para ella un determinismo genético que la hiciera transmisible tal cual, de padres a hijos. Nada más lejos de la realidad, como veremos hay una gran cantidad de teorías neurobiológicas sobre las causas de la esquizofrenia, pero todas ellas son diferentes modelos que explican unos mecanismos cuyo orígen puede ser debido a una multiplicidad de factores. No se debe olvidar que en el cerebro la información y el substrato orgánico, es decir las neuronas y sus conexiones (sinapsis), son algo inseparable. Es decir de alguna manera la información (estímulos) modifican las redes neuronales y el modo en que se llevan a cabo las comunicaciones. Esto implica que el entorno social y familiar, a lo largo del desarrollo, el estrés, las vivencias y todo lo que conforma la biografía de un individuo, también modifica de alguna manera su cerebro y el modo en que este procesa la información. Por tanto entre los factores que predisponen a una esquizofrenia pueden estar tanto los psico-sociales, como los biológicos ambientales (procesos virales o alteraciones fisiológicas) como los propiamente genéticos (genes para esquizofrenia). Es decir que una esquizofrenia siempre será una entidad reconocible clínicamente, con unos mecanismos etiológicos determinados, pero fruto de una multiplicidad de factores. Por tanto deben superarse las rivalidades entre los partidarios de un determinismo genético y los de un determinismo ambiental. La enfermedad siempre estará ahi como una alteración reconocible en el funcionamiento de un órgano que es producto de los genes y del ambiente.
Hay distintas teorías biológicas bastante complejas cuyo fundamento es básicamente buscar diferencias entre el cerebro y los metabolitos de enfermos con esquizofrenia y personas sanas. Sin embargo esas diferencias son difíciles de achacar exclusivamente a la esquizofrenia y no a otros factores, como por ejemplo el hecho de que los pacientes están sometidos a tratamiento con antipsicóticos (neurolépticos).
La teoría más aceptada de la alteración en el funcionamiento cerebral que se da en el brote psicótico es la denominada "dopaminergica", esta teoría se basa principalmente en la eficacia de los neurolépticos, que bloqueando los receptores D2 del neurotransmisor dopamina en las neuronas de ciertas áreas del cerebro anulan los delirios y las alucinaciones. Es decir de esta evidencia clínica se deduce que en el brote psicótico se daría un exceso en la actividad de este neurotransmisor, bien por exceso de producción, por fallos en su eliminación o por un exceso de receptores. Sin embargo, estos fármacos sólo son útiles en el tratamiento de los síntomas positivos, es decir en el brote, (delirios y alucinaciones) por lo que en la patogenia de la enfermedad deben intervenir también otros neurotransmisores, entre los que se postula la serotonina, el glutámico y la colecistocinina (CCK). Probablemente la realidad sea bastante compleja ya que en las redes neuronales se combinan todos estos neurotransmisores formando sistemas. Respecto al lugar del cerebro en el que se localizarían las anormalidades se habla mucho del "sistema límbico" y el hipocampo, que son un conjunto de estructuras relacionadas con procesos emocionales y de memoria, asi como una menor actividad de la corteza prefrontal.
Dr. Jorge González-Casanovas. PhD