El neuropéptido Y (NPY) recibe este nombre por tener un residuo terminal de tirosina, otro residuo carboxiterminal de tirosina amida, y la Y se refiere a la abreviatura de la tirosina según el código internacional. Este péptido se localiza tanto en el cerebro como en el sistema gastrointestinal.
Mediante diferentes estudios se ha revelado una amplia distribución del NPY en el sistema nervioso periférico y central. En este último, el hipotálamo, núcleo accumbens y amígdala son regiones especialmente ricas en el péptido y en la médula espinal se puede encontrar en la sustancia gelatinosa y en la región ventral de la médula espinal sacra.
NPY aparece en las mismas neuronas de la corteza cerebral y de los ganglios basales que la somatostatina por lo que podría sugerirse que coexisten, así como con las catecolaminas y neurotransmisores catecolaminérgicos en otras regiones.
El NPY tiene una actividad vasoconstrictora muy potente y, aunque no se sabe si actúa como neurotransmisor o neuromodulador, se ha comprobado que es liberado por los nervios esplénicos y que modifica la liberación de noradrenalina y acetilcolina in vitro.