Los ácidos nucléicos están compuestos por grandes cadenas de nucleótidos que, a su vez, caracterizan dos tipos: el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN), cuya diferencia estructural es la presencia de desoxirribosa en el primer caso, y ribosa en el segundo, así como la presencia de timina en el ADN y uracilo en el ARN.