Actúa conjuntamente con la vitamina B12, como co-factor de enzimas que participan en el metabolismo de aminoácidos, purinas y ácidos nucleicos, es imprescindible en los procesos de división y multiplicación celular. Permite el crecimiento normal, mantiene la capacidad de reproducción e impide ciertos trastornos sanguíneos.
Se encuentra en las hojas de las verduras, lechuga, espinaca, verduras verdes, brocoli, guisante, cereales (trigo, arroz, maíz), zanahoria, tomate, nueces, avellanas, e hígado. En pequeñas cantidades en la carne, huevo, la mayoría de las frutas.
Su carencia produce anemia macrocítica, debilidad, fatiga, irritabilidad. Es una vitamina imprescindible en el embarazo, porque interviene en el desarrollo del feto.