El sueño lejos de ser un estado de inactividad en donde quedamos reposando en silencio, constituye un estado de gran actividad, donde se operan cambios hormonales, metabólicos, térmicos, bioquímicos y en la actividad mental en general, fundamentales para lograr un equilibrio psicofísico adecuado y un correcto funcionamiento durante el día. Aunque no conozcamos con total exactitud la función del sueño en el humano, no hay duda que la calidad del sueño influye directamente sobre la calidad de nuestra vida.
Actualmente se estudia en los Centros especializados o Laboratorios de Sueño, en los que se realizan las polisomnografías, registros durante una noche completa, donde se realiza la toma de:
1. Electroencefalografía (EEG) pudiéndose hacer con 2 o hasta 32 electrodos cefálicos.
2. Electrooculograma (EOG), dos canales para ver los movimientos oculares.
3. Electromiograma mentoniano (EMG), dos canales, para ver el descenso del tono muscular, inhibido en el REM.
4. Electrodos de referencia. Electrodos en los lóbulos de las orejas.
5. Flujo aéreo buco-nasal. Se coloca un termistor que determinará el flujo de aire.
6. Esfuerzo respiratorio. Cinturón torácico-abdominal que registra el esfuerzo respiratorio.
7. Electrocardiograma (ECG). Dos electrodos subclaviculares para detectar arritmias cardiacas durante el sueño.
8. Electromiograma en extremidades. Electrodos sobre ambos tíbiales anteriores, para determinar movimientos periódicos de piernas, distonías.
9. Sensor de posición. Saber la posición en que esta durmiendo el paciente es importante para el estudio de las apneas.
10. Micrófono. Se coloca en el cuello para registrar ronquidos, somniloquias.
11. Oximetría digital. Informan sobre la saturación de oxígeno asociada o no a las apneas.
12. Vídeo digital. Permite correlacionar movimientos y convulsiones con la aparición de cambios en el trazado electroencefalográfico.
En el trazado electroencefalográfico (EEG), se estudia fundamentalmente la frecuencia o el número de ondas por segundo (medida en herzios), su amplitud (potencial en microvoltios) y su distribución topográfica según las diferentes áreas del cerebrales. Los cuatro ritmos fundamentales que son:
Delta: de frecuencia < 4 Hz, su amplitud es > 5mV, y se recoge en todas las regiones cerebrales. Se produce en las fases más profendas de sueño
Theta: entre 4 y 8 Hz, baja amplitud, y en regiones temporales.
Alfa: de frecuencia 8 - 13 Hz (la frecuencia dominante en el adulto), su amplitud < 50 mV, en regiones posteriores del encéfalo. Se produce en estado de relajación o vigilia tranquila.
Beta: que varía entre los 12 y los 30 Hz, su amplitud < 30 mV, en regiones frontales y centrales del encéfalo. Se recoge en estado de vigilia y en diversas fases del sueño.
También se utiliza el EEG como Test Repetido de Vigilia Sostenida (RTSW = repeated test of sustained wakefulness). Se coloca al individuo en una habitación sin ruidos y con poca iluminación, y se le indica que permanezca despierto; este procedimiento se repite varias veces durante el día. Las medidas del sueño comprenden:
La continuidad del sueño se define como el promedio total de sueño y vigilia durante una noche. Una continuidad de sueño indica un sueño consolidado y con pocos despertares.
Latencia del sueño: el tiempo requerido para dormirse (expresado en minutos)
Despertares intermitentes: el tiempo que se permanece despierto, una vez iniciado el sueño (expresado en minutos)
Eficacia del sueño: el cociente entre el tiempo dormido y el tiempo permanecido en cama (expresada en porcentaje, las cifras elevadas indican una mejor continuidad del sueño).
Mediante la polisomnografía se pueden registrar tres estados de actividad y función: vigilia, sueño con movimientos oculares rápidos (REM o MOR), y sueño con reducción de los movimientos oculares rápidos (sueño NREM o NMOR). El sueño REM, descubierto en 1953 por Aserinsky y Kleitman, es un estado fisiológico durante el cual el cerebro se activa eléctricamente y metabólicamente, con frecuencias similares al estado de vigilia y acompañado por un aumento entre el 62 y el 173% del flujo sanguíneo cerebral. Quizás como defensa para conservar el sueño, existe una atonía muscular generalizada que se detecta polisomnográficamente por la desaparición de la actividad electromiográfica. Los movimientos rápidos de los ojos se producen en forma de una secuencia de salvas acompañada por fluctuaciones en el ritmo cardíaco y respiratorio. Se observa una ingurgitación peneana y clitoridiana, seguramente debida a un aumento del tono colinérgico asociado con el estado REM. Asimismo se observa una supresión de la regulación térmica normal, por lo cual los seres humanos se convierten de forma temporal en seres poiquilotérmicos. Finalmente, el sueño REM es el estadio en el que se producen los sueños más vívidos y en ocasiones más extraños. El sueño reparador en los humanos se compone de ciclos recurrentes de 70 a 120 minutos de sueño NREM y sueño REM, que se caracterizan polisomnográficamente mediante el electroencefalograma (EEG), electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG) Los movimientos oculares son detectados mediante el EOG debido a la existencia de un dipolo eléctrico entre la córnea y la retina.
Habitualmente, el sueño progresa desde la vigilia, a través de las cuatro etapas de sueño NREM, hasta el inicio del primer período REM. En un adulto sano, los estadios más profundos del sueño, los estadios 3 y 4 del sueño NREM (a los que nos referimos como sueño de ondas lentas), se producen en los dos primeros períodos NREM. En contraste, los períodos REM durante la primera mitad del sueño son breves, aumentando su duración a medida que se van sucediendo ciclos. Durante la vigilia, el EEG se caracteriza por una rápida actividad de bajo voltaje que consiste en una mezcla de frecuencias alfa (8 a 13 Hz) y beta (>13Hz). El estadio 1 del sueño NREM es un estado transicional entre la vigilia y el sueño en el cual desaparece el ritmo alfa predominante y aparecen frecuencias theta (4 a 7 Hz) más lentas. La actividad electromiográfica disminuye y los ojos se mueven de forma oscilante y lenta. El estadio 2 se caracteriza por un ritmo theta de fondo y la aparición episódica de puntas del sueño (breves trenes de pulsos de actividad con una frecuencia entre 12 y 14 Hz) y de complejos K (onda electronegativa de baja frecuencia y elevada amplitud seguida de una onda electropositiva). El tono muscular continúa disminuido y los movimientos oculares son esporádicos. Los estadios 3 y 4 se definen como períodos del sueño constituidos por actividad de gran amplitud en la banda delta (0,5 a 3,0 Hz) en más del 20 y del 50% de la duración del estadio, respectivamente. Los músculos están casi atónicos y no se observan movimientos oculares. El sueño REM se caracteriza por un EEG con frecuencias mixtas y de baja amplitud, movimientos rápidos de los ojos y ausencia de tono muscular.