En los pacientes con trastornos afectivos, también se han encontrado alteraciones en el eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo, con respuesta exagerada de la TSH a la TRH (Loosen & Prange, 1982).
Por otro lado, varios autores, como Cowdry et al. y Bauer et al., en 1983 y 1990, respectivamente, han encontrado una alta prevalencia de hipotiroidismo en pacientes bipolares con ciclos rápidos y resistentes al tratamiento.
Por último, se han encontrado concentraciones plasmáticas y las concentraciones de cortisol en LCR, presentándose también la no supresión de los glucocorticoides plasmáticos después de la administración de dexametasona (Evans & Nemeroff, 1983; Godwin et al., 1984).