Este episodio se caracteriza por un periodo de, al menos, una semana de duración, en el que casi, cada día, se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio depresivo mayor (criterio A). Entre los síntomas se suelen incluir, alteración del apetito, insomnio, agitación, ideación suicida o síntomas psicóticos.
Esta alteración debe ser lo suficientemente grave como para que haya una interferencia en la vida social y laboral del sujeto, o bien que se requiera una hospitalización (criterio B). Esta alteración, no debe ser por la consecuencia directa de ninguna sustancia o enfermedad médica (criterio C).
Hay sujetos que pueden presentar después de un tratamiento para la depresión un cuadro similar al episodio mixto. Esta consideración tiene especial importancia en niños y adolescentes.