Está aquí: Inicio El proyecto Nivel 4 - Patologías 1.6.01. Evolución histórica del concepto de esquizofrenia
Evolutivamente el término esquizofrenia hace referencia a mente dividida (mente escindida).
Ya en el año 1400 a.C., en el Ayur Veda de la antigua India se describe una condición que podría corresponder a la actual esquizofrenia y para la que recomendaba meditación y técnicas de encantamiento para su tratamiento.
Pero hasta pasada la edad Antigua, donde no ocurre nada sobresaliente en el campo de la esquizofrenalogía, no volveremos a encontrarnos una posible referencia que nos haga sospechar de una mención al término del que se habla. Es a partir de la Ilustración, donde se ponen en auge los progresos en el campo de la psiquiatría y hay una nueva preocupación por los aspectos éticos de la medicina, por lo que la idea de que las alteraciones mentales se deben a posesiones demoníacas, como se consideraba en épocas antiguas, desapareció. Es en este momento cuando las alteraciones mentales pasaron a ser enfermedades.
En estos nuevos tiempos podemos destacar a Philippe Pinel (1755-1826); sin embargo la psiquiatría moderna, tal y como la conocemos, nació en Alemania a finales del s. XIX, con, entre otros autores, Kraëpelim y Bleuler.
En 1856, Morel, que fue contemporáneo de Kraëpelim, ya introdujo el término demencia precoz, para nombrar el caso de un adolescente brillante que se volvió aislado, apático y callado.
En 1868, Sander, introduce el término de paranoia para catalogar a un grupo de sujetos que tienen sentimientos de ser maltratados, perseguidos y/o humillados.
En 1870 Hecker, utiliza el término hebefrenia, para distinguir un cuadro clínico que empieza en la adolescencia, y donde hay una perturbación mental que lleva al deterioro del sujeto.
En 1896, Kraëpelim, retoma de nuevo el término demencia precoz, y hace una descripción de ésta, que aún sigue teniendo vigencia en la actualidad. En esta descripción se sigue poniendo de manifiesto el inicio temprano y la toma como oposición a la psicosis maniaco-depresiva (ya que ésta no tiene el inicio temprano). A la par subdivide el término esquizofrenia en distintas clases: paranoide, catatónica y hebefrénica. Más tarde Bleuler añadirá una nueva categoría: esquizofrenia simple.
En 1900, aparece la obra de Freud La interpretación de los sueños, donde se sientan las bases de la terapia psicoanalítica; y se da un empujón al concepto de esquizofrenia.
En 1911, Bleuler sustituye el término demencia precoz por el de esquizofrenia, ya que consideró que la esquizofrenia no conlleva siempre un deterioro cognitivo del sujeto, mientras que la demencia sí. Para Bleuler, la esquizofrenia consistía en el relajamiento de las asociaciones entre los pensamientos, los sentimientos y la conducta con unos síntomas secundarios constituidos por ideas delirantes, alucinaciones y perturbaciones conductuales.
Más tarde diversos autores han seguido modificando la definición de esquizofrenia; entre los que destacan, Kasanin (1933) que introdujo el término esquizoafectivo para designar a un grupo de esquizofrenia en la que además de haber el trastorno formal del pensamiento hay alteraciones afectivas importantes, tanto en el sentido de manía, como en el de depresión.
Otro autor que siguió matizando el término de esquizofrenia fue Langfeldt (1939) que distingue entre proceso esquizofrénico (inicio temprano, desorganización mental y deterioro) de reacción esquizofrénica (cuadro menos severo, mejor ajuste social y laboral y capaz de remitir; o bien parcial, o bien totalmente; por lo que no siempre conlleva un deterioro progresivo).
Ya en 1952, en la primera edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM) de la Asociación Psiquiátrica Americana se clasifica a la esquizofrenia como reacciones esquizofrénicas e incluye distintos tipos: simple, hebefrénico, catatónico, paranoide, agudo indiferenciado, crónico indiferenciado, tipo esquizofrénico-afectivo, tipo infantil y tipo residual.
A partir de ahí las investigaciones han seguido avanzando y actualmente ha sido publicado el DSM-IV TR, donde se plasman los nuevos adelantos en la materia, y donde se contemplan los siguientes tipos de esquizofrenia:
Tipo paranoide.
Tipo desorganizado.
Tipo catatónico.
Tipo indiferenciado.
Tipo residual.