Características diagnósticas
La principal característica del trastorno esquizoafectivo es un periodo continuo de enfermedad, durante el cual se presentan fases en algún momento un episodio depresivo mayor, maniaco o de ambos (mixto), a la vez que se cumple el criterio A para la esquizofrenia. Durante el mismo periodo de enfermedad ha habido ideas delirantes y/o alucinaciones, durante al menos 2 semanas (criterio B). Los síntomas afectivos están presentes durante una parte sustancial de la duración de la enfermedad (criterio C). Todos estos síntomas no pueden ser atribuibles al consumo de ninguna sustancia o a enfermedad médica como por ejemplo hipertiroidismo (criterio D).
Para cumplir los criterios del trastorno esquizoafectivo, las características esenciales se deben presentar durante un solo periodo continuo de enfermedad, es decir, el sujeto debe de seguir presentando síntomas activos o residuales de la psicosis.
La fase de la enfermedad se caracteriza por cumplir los criterios tanto de la fase activa de la esquizofrenia, como del episodio depresivo mayor, episodio maníaco o bien episodio mixto. La duración del episodio depresivo mayor debe ser de, al menos, 2 semanas, mientras que la duración de los episodios maníaco o mixto debe de ser, como mínimo, de 1 semana. La duración de los síntomas psicóticos de la esquizofrenia debe tener una duración, de por lo menos, 1 mes; de lo que se extrae, que la duración mínima del episodio esquizoafectivo debe ser, como mínimo de 1 mes.
Los síntomas del trastorno esquizoafectivo pueden presentarse siguiendo varios patrones temporales. Uno de los patrones típicos es por ejemplo, el sujeto que tiene alucinaciones auditivas e ideas delirantes durante, al menos, 2 meses, antes de iniciar el cuadro de depresión mayor. A partir de aquí, los síntomas psicóticos y el episodio depresivo mayor deben convivir durante unos tres meses. Más tarde, el episodio depresivo mayor, va desapareciendo, pero los síntomas psicóticos se mantienen todavía 1 mes más, para acabar remitiendo.
Según el criterio C de esta patología, los síntomas afectivos deben estar presentes durante una parte sustancial de la enfermedad, si estos síntomas sólo aparecen en un periodo relativamente corto de tiempo, no se diagnosticará de trastorno esquizoafectivo, sino de esquizofrenia; de tal forma que el clínico debe tener mucho cuidado a la hora de valorar el tiempo en el que están presentes los síntomas.
Subtipos
Dentro de este trastorno, se pueden encontrar dos subtipos:
1. Tipo bipolar que es aplicable cuando el cuadro está formado por un episodio maniaco o un episodio mixto. También se puede presentar en esta categoría un episodio depresivo mayor.
2. Tipo depresivo que se aplica únicamente cuando en el cuadro hay episodios depresivos mayores.
Síntomas y trastornos asociados
Asociados a este trastorno puede haber una pobre actividad laboral, un retraimiento social, dificultades para el cuidado de sí mismo y un riesgo alto de suicidio. Es frecuente en este trastorno la anosognosia, pero quizá de una manera menos acusada que en el trastorno esquizofrénico. Estos sujetos suelen presentar trastornos relacionados con el alcohol y otras sustancias. Algunas investigaciones constatan que este trastorno puede ir precedido por un trastorno esquizoide, esquizotípico, límite o paranoide de la personalidad.
Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo
El trastorno esquizoafectivo, del tipo bipolar, suele ser más frecuente en adultos jóvenes; mientras que el trastorno esquizoafectivo de tipo depresivo, aparece con más frecuencia con adultos mayores.
La incidencia del trastorno esquizoafectivo, en general, se presenta de forma más elevada en mujeres que en hombres, debido, probablemente, a la incidencia del tipo depresivo en mujeres. Sin embargo, si se quiere ver una exposición más amplia nos podemos trasladar a este mismo epígrafe en esquizofrenia.
Prevalencia
Hay una carencia de estudios a este respecto, sin embargo, los primeros datos que tenemos, parecen constatar que el trastorno esquizoafectivo es menos frecuente que la esquizofrenia.
Evolución
Normalmente, el trastorno esquizoafectivo comienza a la edad adulta; aunque puede aparecer en cualquier momento desde la adolescencia hasta etapas avanzadas de la vida. El pronóstico es algo mejor que en esquizofrenia, pero peor que en trastornos del estado de ánimo. Normalmente también cursa con una disfunción en el ámbito social y laboral. La evolución del trastorno esquizoafectivo, en el subtipo bipolar, suele ser mejor que en la categoría depresiva.
Diagnóstico diferencial
Se diagnostica trastorno psicótico debido a enfermedad médica, delirium o demencia cuando hay datos que nos indiquen que los síntomas sufridos por el sujeto son debidos al efecto directo de una enfermedad médica específica. El trastorno psicótico inducido por sustancias y el delirium inducido por sustancias se diferencian de la esquizofrenia porque se estima que es una sustancia la que está relacionada etiológicamente con los síntomas manifiestos.
Es difícil distinguir el diagnóstico de un trastorno esquizoafectivo de una esquizofrenia o de un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos. En el trastorno esquizoafectivo tiene que haber un episodio afectivo simultaneado con los síntomas activos de la esquizofrenia, dichos síntomas deben estar presentes durante una parte sustancial del total de la duración y las ideas delirantes o alucinaciones deben mantenerse durante al menos dos semanas en ausencia de síntomas afectivos importantes. Sin embargo, los síntomas afectivos, en la esquizofrenia, deben tener una duración relativamente breve con respecto a la duración total de la alteración, ya que sólo se presentan en la fase prodrómica o residual. Si los síntomas psicóticos se presentan sólo en la fase de alteración afectiva, el diagnóstico debe de ser el de trastorno de ánimo con síntomas psicóticos.
Debido a que la proporción de síntomas afectivos y psicóticos pueden cambiar en el curso de la alteración; el diagnóstico también puede cambiar de trastorno esquizoafectivo a esquizofrenia. También puede ocurrir, y de hecho, es frecuente, que los trastornos del estado de ánimo, y en especial, la depresión, se presenten durante el curso del trastorno delirante.
Y por último, si no se dispone de suficiente información respecto a la relación entre los síntomas psicóticos y los afectivos, el diagnóstico más adecuado sería el de trastorno psicótico no especificado.
Relación con los criterios diagnósticos de investigación de la CIE-10
Existe una diferencia entre la definición de trastorno esquizoafectivo y su relación con el estado de ánimo en la clasificación del DSM-IV y la CIE-10. Para clasificar de trastorno del estado de ánimo, según el DSM-IV, deben estar presentes siempre los síntomas de tipo psicótico en el transcurso de la alteración del estado de ánimo. En cambio, para la CIE-10, la definición del trastorno esquizoafectivo es mucho más amplia, ya que incluye casos en los que aparecen ciertos síntomas psicóticos en el transcurso o no de alteraciones del estado del ánimo. Por lo que, muchos casos que en el DSM-IV serían diagnosticados como trastornos del ánimo con síntomas psicóticos, en el criterio de clasificación de la CIE-10 sería trastornos esquizoafectivos.
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