La demencia metabólica es un trastorno global y mantenido de la capacidad intelectual por disfunción cerebral difusa a nivel molecular. Su prevalencia varía según las series, pero se sitúa alrededor de un 4% de los pacientes con trastornos cognitivos. Produce un deterioro intelectual progresivo, que en algunos casos puede ser reversible, al corregirse su etiología.

En general, las manifestaciones clínicas de las demencias metabólicas o carenciales no son específicas ni diagnósticas. En la mayoría de los casos, los trastornos emocionales o psiquiátricos son más frecuentes que los trastornos cognitivos primarios. A nivel cognitivo son frecuentes las alteraciones de la atención y de la memoria, con lentificación mental y dificultades en tareas abstractas y en la resolución de problemas. El diagnóstico y el tratamiento de la causa puede dar lugar a una mejoría del cuadro. La eficacia del tratamiento específico dependerá de la rapidez con que se instaure.

Existen numerosos trastornos sistémicos que pueden causar repercusión cerebral con compromiso cognitivo.

 

 Causas metabólicas de demencia

 Anoxia  Trastornos hidroeléctricos
 Insuficiencia cardíaca (demencia “cardiogénica”)  Endocrinopatías (sobre todo hipotiroidismo)
 Insuficiencia respiratoria  Porfiria
 Insuficiencia renal  Paraneoplasias
 Insuficiencia hepática. Pancreatitis aguda.  Hiper-hipocalcemia
 Anemia  Avitaminosis (B1, B12, fólico, niacina)
Hemodiálisis (demencia “dialítica”)  Hipoglucemia recidivante
 Tomado de Fustinoni O.: Demencias. Diagnósticos diferenciales, 2000. http://www.rochelink.com.arhttp://www.rochelink.com.ar

 

 

En líneas generales, el trastorno metabólico causal conforma la enfermedad de base del paciente, que generalmente ha sido reconocido y tratado cuando aparecen los síntomas cerebrales. No obstante, en algunos casos estos síntomas pueden iniciar el cuadro y puede no sospecharse la enfermedad sistémica.