El síndrome de Cushing, tanto primario como secundario, produce alteraciones mentales en el 40% de los pacientes. La causa más frecuente es la administración crónica de corticoides, siendo la hiperproducción de la medula adrenal menos frecuente. Uno de los primeros síntomas que refieren los pacientes es una notable astenia, con disminución importante de la fuerza muscular y trastornos emocionales, que a veces conducen a trastornos psíquicos de carácter depresivo o eufórico. La alteración mental se presenta en forma de fatiga, irritabilidad, dificultad de concentración, pérdida de memoria, depresión, ansiedad, trastorno del sueño, psicosis, ilusiones y alucinaciones. Los síntomas mentales pueden preceder a los signos físicos, y son proporcionales al grado de elevación de cortisol o corticotropina. La disminución de los niveles de cortisol mejora los síntomas mentales.