Desde el comienzo de la epidemia se observó que algunos pacientes desarrollaban una triada compuesta por enlentecimiento motor, lentitud en procesos mentales y apatía. A esto se lo denominó Complejo SIDA-Demencia (AIDS-dementia complex).
Los trastornos cognitivos-motores entre los individuos infectados por VIH son comunes y usualmente progresivos. Hasta un 90% de los pacientes con infección por VIH sintomática experimentarán déficits cognitivos, al menos leves.
El Grupo de Trabajo de SIDA de la Academia Americana de Neurología ha establecido unos criterios diagnósticos con el propósito de reconocer cambios sutiles tempranos, y poder diferenciarlos de la demencia. En base a estos criterios, se ha observado que aproximadamente un 70% de los pacientes infectados por VIH desarrollará un trastorno cognitivo-motor menor asociado al VIH en algún momento durante el curso de la enfermedad, mientras que el 20-30% completará los criterios diagnósticos para demencia asociada al VIH. Por el momento, se desconoce si ambos trastornos constituyen un continuum del compromiso del SNC por VIH, o si realmente se trata de entidades neurocomportamentales y neuropatológicas diferentes y separadas.
El complejo de demencia del SIDA consiste en una serie de problemas que pueden variar en grado y empeorar progresivamente. Estos problemas pueden confundirse fácilmente con otros síntomas de trastornos comunes asociados con el VIH, tales como depresión, efectos secundarios de los medicamentos, tumores acompañantes del sistema nervioso central, linfoma, o infecciones oportunistas que afectan al cerebro como toxoplasmosis, tuberculosis, sífilis.
En líneas generales, los síntomas del complejo de demencia del SIDA más prominentes que se suelen aparecer son: poca capacidad de concentración, olvidar cosas con frecuencia, pérdida de memoria reciente o lejana, aislamiento social, lentitud de pensamiento, gama limitada de atención, irritabilidad, apatía, falta de preocupación o de cuidado de uno mismo o de los demás, debilidad, mala coordinación, deterioro de las facultades mentales, problemas de visión y cambios en la personalidad.
El complejo demencia del SIDA se caracteriza por cambios severos en las siguientes áreas: capacidad de comprensión, procesamiento y recuerdo de información, cognición; deterioro del comportamiento y las emociones, estado de ánimo. Estos cambios se denominan ADC cuando se cree que están relacionados con el VIH mismo más que con otros factores que pudieran causarlos, tales como otras infecciones del cerebro, efectos secundarios de los medicamentos, entre otros.
El deterioro de la cognición se manifiesta por pérdida de memoria, problemas del habla, incapacidad de concentración y disminución en la capacidad de juicio. Los problemas cognitivos con frecuencia son los primeros síntomas que notará una persona con complejo de demencia del SIDA, lo que lleva muchas veces a elaborar listas para poder recordar tareas rutinarias y cotidianas.
El deterioro en los movimientos a menudo se caracteriza por una pérdida del control de la vejiga; pérdida de sensación y de control en las piernas; y movimientos tiesos, torpes y lentos. El deterioro motor no es común en las etapas iniciales del complejo demencia del SIDA. Los primeros síntomas pueden incluir cambios en la escritura.
En cuanto a los trastornos neuropsiquiátricos, los más frecuentes son: