Está aquí: Inicio El proyecto N5 - Discapacidad 2.1.1.3. Síntomas del Delirium dependientes de la cultura, la edad y el sexo
La evaluación de la capacidad mental debe tener en cuenta el ambiente cultural y educacional del sujeto, ya que algunos individuos de ciertos ambientes pueden no estar familiarizados con la información que se utiliza en determinadas pruebas.
Cualquier persona, anciana o joven, puede llegar a presentar un estado delirante. Los niños son más susceptibles al delirium que los adultos (exceptuando a los ancianos), especialmente cuando éste es una consecuencia de enfermedades con alta fiebre o bien el efecto de algunos medicamentos, particularmente los anticolinérgicos, probablemente debido a la inmadurez del desarrollo cerebral y a diferencias fisiológicas. En esta población el delirium se toma a veces de forma errónea como un comportamiento de falta de colaboración siendo difícil en estos casos obtener los signos cognoscitivos diferenciales. Los ancianos presentan también una especial susceptibilidad al delirium en comparación con los adultos jóvenes, debido probablemente a diferencias fisiológicas. El aumento de la edad en adultos se halla asociado a una mayor probabilidad de presentación de delirium, incluso teniendo controlados otros factores de riesgo, debido en gran medida a la mayor presencia de enfermedades físicas e intervenciones médicas que pueden precipitar estos cambios cognitivos. Así mismo, un individuo lo suficientemente enfermo como para ser hospitalizado tiene muchas probabilidades de estar en tratamiento con fármacos que también pueden provocar delirium. En especial en los ancianos, el delirium puede producirse incluso por falta de estimulación, por el hecho de permanecer en cama durante semanas.
En individuos ancianos, el sexo masculino parece constituir un factor de riesgo independiente para presentar delirium.
De todos estos factores predisponentes (vulnerabilidad), la edad y la existencia de demencia previa son los que mayor consistencia han demostrado en la aparición de delirium, concretamente la demencia aumenta el riesgo en 2-3 veces.