Para establecer el diagnóstico de delirium debido a una enfermedad médica, es necesario demostrar a través de la historia, la exploración física y las pruebas de laboratorio que la alteración cognoscitiva es un efecto fisiológico de una enfermedad médica, según se expone posteriormente en el criterio D. Así mismo, el clínico debe establecer si el delirium está relacionado etiológicamente con dicha enfermedad mediante una cuidadosa valoración de los múltiples factores que pueden intervenir en dicho trastorno.
Para llevar a cabo dicha evaluación es necesario tener en cuenta algunas consideraciones. La primera consideración es la presencia de una asociación temporal entre el inicio, la agudización o la remisión de la enfermedad médica y el delirium. Así mismo, el clínico debe juzgar si la alteración no es más explicable por la acción de sustancias o por la existencia de un trastorno mental primario.
Puesto que el delirium puede asociarse con muchas y diferentes enfermedades médicas, es necesario realizar un examen físico y pruebas de laboratorio específicas. Los signos neurológicos focales no se encuentran con frecuencia en enfermedades sistémicas y puede haber varias formas de temblor. Se ha observado que el aleteo (flapping), movimiento de hiperextensión de las manos, descrito originalmente en la encefalopatía hepática, puede estar asociado a otras causas de delirium. Así mismo, pueden presentarse signos de hiperactividad autonómica como taquicardia, sudación, dilatación pupilar, vasocongestión facial y elevación de la tensión arterial. Además de las pruebas de laboratorio características de la etilogía de la enfermedad médica o bien de los estados de intoxicación o abstinencia, el EEG es generalmente anormal, mostrando un enlentecimiento generalizado o una actividad rápida.
Enfermedades médicas asociadas |
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Trastornos del sistema nervioso central |
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Trastornos metabólicos |
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Alteraciones cardiopulmonares |
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Enfermedad sistémica o efectos sistémicos |
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A. Alteración de la conciencia (p. ej., disminución de la capacidad de atención al entorno) con disminución de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención.
B. Cambio en las funciones cognoscitivas (como déficit de memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una alteración perceptiva que no se explica por la existencia de una demencia previa o en desarrollo.
C. La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a fluctuar a lo largo del día.
D. Demostración a través de la historia, de la exploración física y de las pruebas de laboratorio de que la alteración es un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica.
Nota de codificación: si el delirium está sobreañadido a una demencia preexistente, código F05.1.
Nota de codificación: incluir el nombre de la enfermedad médica en el Eje I, por ejemplo, F05.0 Delirium debido a encefalopatía hepática [293.0]; codificar también la enfermedad médica en el Eje III.