Examen cualificativo de los trastornos en los procesos corticales superiores (déficits funcionales).
La Batería Luria es uno de los instrumentos más prestigiosos para el examen neuropsicológico. Explora de forma sistemática una completa gama de funciones y habilidades: Área visoespacial (2 tests); Área de Lenguaje (2 tests); Área de Memoria (2 tests); Área de procesos intelectuales (2 tests); Atención
Pruebas neuropsicológicas usadas para determinar la ubicación y los efectos de lesiones cerebrales específicas. Esta batería ha sido una de las primeras baterías neuropsicológicas dirigidas a la discriminación de la organicidad. Su objetivo principal es poder discriminar a pacientes con lesiones en el lóbulo frontal.
Está compuesta por una serie de tests independientes, que son: 1. Test de categorías; 2. Test de ejecución táctil; 3. Test de ritmo de Seashore; 4. Test de percepción de palabras sin sentido; 5. Test de golpeo; 6. Test de discriminación de afasias Indiana-Reitan; 7. Examen sensoperceptivo; 8. Dominancia lateral; 9. Test de trazado.
Una gran variedad de funciones son puestas a prueba: funciones de concepto, abstracción y agudeza visual; destreza; memoria espacial; percepción auditiva; atención y concentración; oscilación del dedo; percepción de los sonidos del habla; percepción visual; sentido del tiempo y estimulación sensorial; astereognosia y percepción táctil.
Ventajas: es fácilmente aplicable, es cuantificable, discrimina los pacientes con lesión frontal y los contenidos se adaptan a diferentes edades.
Desventajas: las normas del test no están bien fundadas, al basarse en una muestra pequeña, no evalúa todas las funciones cognitivas y no discrimina cuando el déficit cognitivo es leve o focal.
Representa una sistematización de la exploración neuropsicológica, realizada a partir de métodos clásicos, de métodos presentes en la literatura especializada y de pruebas de diseño original. El programa implica la suma de todos los datos del paciente: historia clínica, observaciones de conducta, datos aportados por los tests, datos neurológicos y datos de exploraciones complementarias. El test está formado por 42 subtests, que evalúan diversos aspectos.
El Test Barcelona valora todas las funciones cognitivas mediante distintos test con el fin de obtener un “perfil clínico” basado en las capacidades preservadas y alteradas.