La infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es una importante causa de muerte entre los adultos de 25 a 44 años de edad. Esta infección genera una amplia gama de complicaciones neuropsiquiátricas secundarias al compromiso del sistema nervioso central (SNC) en una gran proporción de individuos. Con el incremento de la expectativa de vida, la incidencia de estas complicaciones puede también crecer.
En líneas generales, estas enfermedades neurológicas y psiquiátricas asociadas al VIH pueden ser de difícil diagnóstico, debido a su superposición sintomática con varias infecciones, neoplasmas, endocrinopatías, deficiencias nutricionales, trastornos metabólicos, y neurotoxicidad relacionada al tratamiento. Los síndromes neuropsiquiátricos más comunes son: confusión mental (delirium), demencia, depresión, manía, psicosis y ansiedad.
El rasgo esencial de la demencia debida a la enfermedad por VIH es la presencia de una demencia que está íntimamente relacionada con la enfermedad producida por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El complejo de demencia del SIDA (ADC por sus siglas en inglés)— que es la demencia causada por la infección del VIH— es un síndrome complicado compuesto por varios síntomas mentales y del sistema nervioso, que son relativamente comunes en las personas con la enfermedad del VIH. Precisamente este tipo de demencia suele ser la complicación más común en pacientes adultos con SIDA. En líneas generales, la frecuencia del complejo de demencia del SIDA aumenta con el avance de la enfermedad del VIH y a medida que disminuyen los recuentos de células CD4 (T4). No obstante, no es muy común en las personas en las etapas iniciales de la enfermedad sino en aquellos con sistemas inmunológicos severamente comprometidos y con síntomas de la enfermedad avanzada. El complejo de demencia del SIDA severo se presenta exclusivamente en personas con enfermedad del VIH avanzada.