La lisina es un aminoácido esencial del que se conocen dos rutas esenciales de síntesis (ver Ruta 7). La primera, se lleva a cabo en bacterias y plantas superiores, por medio del ácido diaminopimélico y, la segunda, en la mayoría de los hongos, por medio del ácido a-aminoadípico.
La primera ruta, comienza con el piruvato y el semialdehído del ácido aspártico, que por medio de una condensación aldólica pierden agua y dan lugar al ácido 2,3 dihidropicolínico, luego se forma el L,L-,a,e-diaminopimélico, que convertido a su forma meso y descarboxilado da lugar a la lisina.
La segunda ruta, el ácido a-cetoadípico es aminado y se transforma en a-aminoadípico que se convierte en lisina.
Es uno de los aminoácidos más importantes ya que, junto con otros, interviene en funciones como el crecimiento y la reparación de tejidos, y colabora en la síntesis de anticuerpos y hormonas.