Para realizar la valoración de la discapacidad se utilizan los informes médicos psiquiátricos y psicológicos previos, los tests específicos para trastornos y otras informaciones que provienen de la propia entrevista con el paciente y con familiares o personas cercanas.
En función de los criterios generales de funcionalidad el grado de discapacidad de los trastornos mentales orgánicos vendrá especificado de la siguiente manera:
Presenta sintomatología psicopatológica aislada que no supone disminución alguna de su capacidad funcional.
a) Se observa una moderada restricción en el desempeño de las actividades de la vida cotidiana (que incluye los contactos sociales) así como en el ejercicio de un trabajo remunerado en el mercado laboral. En estos casos puede ser necesario la medicación y/o tratamiento psicoterapéutico de forma habitual. Si, a pesar de ello, persiste la sintomatología clínicamente evidente:
b) Las dificultades o síntomas pueden agudizarse en períodos de crisis descompensación. Fuera de los períodos de crisis:
c) Presencia de alguna de las características clínicas siguientes:
a) Las actividades de la vida cotidiana se encuentran marcadamente restringidas, lo que obliga a una supervisión de carácter intermitente en ambientes protegidos y total fuera de ellos.
b) Marcada disminución de su capacidad laboral, puesta de manifiesto por deficiencias en la capacidad para mantener la concentración, continuidad y ritmo en la ejecución de las tareas y repetidos episodios de deterioro o descompensación asociados a las actividades laborales, como consecuencia del fracaso en adaptarse a circunstancias estresantes. No puede mantener una actividad laboral normalizada y con dificultad en Centros de Educación Especial. Puede acceder a Centros y/o actividades ocupacionales, no obstante muestra un rendimiento pobre o irregular incluso con supervisión.
c) Presencia de alguno de los siguientes síntomas:
a) La enfermedad o trastorno repercute, de forma extrema, sobre el individuo que se refleja en su incapacidad para cuidar de sí mismo y llevar a cabo las actividades básicas de la vida cotidiana. Se requiere, por ello, la ayuda de otra u otras personas de forma constante.
b) No existen posibilidades de realizar alguna actividad laboral, ni siquiera en centros ocupacionales supervisados.
c) Presencia de alguno de los siguientes síntomas: