La demencia es una entidad anatomo-clínica y su diagnóstico es fundamentalmente clínico. La aproximación diagnostica al síndrome demencial requiere seguir un proceso ordenado que incluya:
Como se ha dicho, la neuroimagen estructural es necesaria para establecer el diagnóstico de DV. Sin embargo, no se dispone hoy de datos neurorradiológicos que permitan establecer una correlación directa causa-efecto entre deterioro cognitivo y enfermedad vascular cerebral. Cuando se analizan los estudios en los que se han comparado pacientes vasculares con y sin demencia la falta de uniformidad y consistencia en los hallazgos ha limitado su aplicación clínica.
Aunque no existe un instrumento psicométrico diferenciador útil, si podemos valernos de ciertas pruebas o escalas, que nos pueden ayudar a determinar el grado deterioro cognitivo y funcional así como su evolución.