Trascurrió casi un siglo desde que Arnold Pick reportó en 1892 un tipo de demencia circunscrita al lóbulo frontal que producía trastornos del lenguaje y de la conducta, hasta que dos grupos de investigadores en Lund (Suecia) y Manchester (Gran Bretaña), casi de forma simultánea, comenzaron a publicar al final de la década de los 80, una serie de trabajos respecto a un tipo particular de demencia que compromete a los lóbulos frontales y a la porción anterior de los lóbulos temporales, de una prevalencia insospechada, y que podía ser definida como una entidad clínica particular.
El término de Demencia Frontotemporal (DFT) es usado para significar todos aquellos procesos degenerativos primarios de la porción anterior del cerebro, caracterizados por el modo de presentación clínica, hallazgos en neuroimágenes y elementos histopatológicos; que resultan de especial importancia para la psiquiatría, por su tendencia a presentarse como trastornos de conducta y personalidad; siendo una frecuente causa de demencia en las etapas media y tardía de la vida.