La hipocalcemia crónica produce un trastorno intelectual moderado sin signos de irritabilidad neuromuscular. En algunos casos se puede presentar como una demencia tipo Alzheimer. Los pacientes pueden presentar dificultades de concentración, pérdida de memoria, desorientación, apatía y alucinaciones, en ausencia de tetania. Otros síntomas acompañantes son: parkinsonismo, corea, signos corticospinales, convulsiones, agitación, edema de papila, cataratas, piel áspera y tetania con signos de Chvostek y de Trousseau positivos.
Una disminución gradual de la calcemia comporta unos cambios de personalidad y de memoria moderados, mientras que una disminución brusca comporta un estado de agitación y confusión agudos (delirio). Los trastornos del movimiento, el síndrome extrapiramidal y las calcificaciones cerebrales, pueden persistir a pesar del tratamiento adecuado, y contribuir al deterioro cognitivo progresivo, por lo que es importante diagnosticar este trastorno lo más precozmente posible. El nivel de calcio sérico y del LCR está disminuido, y el fósforo puede estar elevado. En la TC a menudo se observan calcificaciones de los ganglios de la base; aunque no es un signo específico.
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