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Le Doux (1999), en su texto Sangre, sudor y lagrimas, establece un recorrido histórico sobre el estudio de las teorías de la emoción, en donde cita a diferentes autores con el fin de poder explicar la secuencia estimulo-sentimiento.
Según James y Lange (1884) las emociones son una secuencia de sucesos que comienza con la ocurrencia de un estimulo y finaliza con una experiencia emocional consciente.
Para estos autores: el feedback de la respuesta va a determinar los sentimientos, debido a que son respuestas a los cambios corporales causados por las expresiones emocionales perdibidas. Es decir, que la emoción se diferencia de otros estados mentales porque va a estar acompañada de respuestas físicas que dan lugar a sensaciones internas.
Más adelante, en 1920, Cannon expuso el concepto de “reacción de emergencia”, el cual se caracteriza por ser una respuesta fisiológica específica que acompaña a cualquier estado en que debe emplearse energía física. Este autor creía que las respuestas físicas que constituyen la reacción de emergencia se producían por acción del sistema nervioso autónomo, ya que ante un estimulo los impulsos nerviosos transportan la información a la corteza –procesa el pensamiento- y a el tálamo –regula el cambio físico-.
Fue él quien planteo que las respuestas fisiológicas que acompañan a las distintas emociones son las mismas, sin tomar en consideración el estado emocional que se experimenta, debido a que si se dependiera solamente de las reacciones fisiológicas no se podría distinguir una emoción de otra.
Asimismo, observo que las respuestas del SNA eran demasiado lentas para dar cuenta de los sentimientos, porque la emoción se experimenta cuando la respuesta –sentimiento- empieza a ocurrir.
Esta teoría coincide con la teoría propuesta por James y Lange, debido a que las emociones se diferencian de otros estados de la mente no emocionales gracias a sus respuestas físicas.
Para Arnold (1960), a diferencia de James y Lange, no es necesario que la respuesta ocurra para que el sentimiento surja. Esta autora propuso el concepto de “evaluación” -appraisal- la cual se caracteriza por ser una valoración mental del daño o del beneficio de una situación- y defino a la emoción como la “tendencia sentida” que conduce a acercarse a cualquier cosa evaluada positivamente o alejarse de cualquier cosa evaluada negativamente. Según ella, percibimos a el oso y lo evaluamos inconscientemente y la experiencia consciente del miedo es el resultado de la tendencia a huir.
Es decir, que las emociones se diferencian de los estados de la mente no emocionales por la presencia de evaluaciones en su secuencia causal, y asimismo, las distintas emociones se diferencian entre sí porque las diferentes evaluaciones provocan tendencias de acciones distintas, que dan lugar a los sentimientos.
Schachter y Singer (1962), al igual que James- Lange y Cannon, proponían que la reacción corporal o feedback era determinante en el origen de las experiencias emocionales. Ellos sostenían en su teoría bi-factorial, que -tomando como punto de partida la información sobre el contexto físico y social en que nos encontramos, así como el conocimiento sobre los tipos de emociones que tienen lugar en esa clase de situaciones determinadas- podemos clasificar el estado de activación como una emoción especifica -temor, amor, tristeza, rabia o alegría- y que esta clasificación que le damos es lo que determina la emoción que sentimos.
La hipótesis que planearon fue: que si se exponía a varios sujetos a una estimulación ambigua, la emoción que sintieran iba a depender del contexto. Para poder probar esta hipótesis inyectaron a sujetos con adrenalina -activa el sistema nervioso autónomo- y luego los expusieron a situaciones agradable, desagradables y emocionalmente neutras. Los resultados permitieron concluir que las emociones son el resultado de las interpretaciones cognitivas de las situaciones.
En 1966, Valins -psicólogo social- realizo una serie experimentos para aclarar la naturaleza de la acción entre la cognición, la activación y la emoción. Para poder comprobar esto mostró a varios hombres unas fotos de mujeres desnudas, al mismo tiempo que les hacia escuchar latidos de corazón -a estos sujetos se les decía que se les estaba haciendo escuchar sus propias pulsaciones-, luego se les pedía a los hombres que eligieran que foto les gusto más y como resultado siempre elegían aquella en la cual las pulsaciones eran más aceleradas.
Su conclusión fue que: es la representación cognitiva de la activación fisiológica, y no la activación en sí misma, la que interactúa con los pensamientos sobre la situación para la generación de sentimientos.
Para Lazarus, las interpretaciones de las situaciones influyen decisivamente en las emociones experimentadas, para demostrarlo selecciono a dos grupos de sujetos, un grupo vio la película en la que el relator resaltaba detalles sangrientos y en el otro en la que el relator resaltaba la importancia del tema o la intelectualización. Los del primer grupo tuvieron respuestas del SNA más intensas que los del segundo grupo. Esto permitió demostrar que las emociones pueden iniciarse tanto automáticamente -inconscientes- como conscientemente, pero que la cognición es condición necesario y suficiente para la emoción.
A diferencia de este autor, Zajonc (1984) afirma que la emoción tiene ventaja ante la cognición ya que puede existir antes que ésta, es independiente y puede existir sin ella. Él experimentó utilizando el fenómeno psicológico llamado “efecto de la mera exposición”, en donde se exponía a los sujetos a imágenes visuales nuevas -ideogramas chinos- y después se les pedían que escogieran entre las imágenes previamente mostradas y las nuevas, por lo general estos tendían a preferir las primeras. Es necesario tener en cuenta que durante el experimento la exposición era tan fugaz que los sujetos no podían afirmar si habían visto o no el estimulo anteriormente. Ante estos resultados, el autor sostenía que la ausencia del reconocimiento consciente significaba que las preferencias –emociones- se formaban sin ayuda de la cognición. Sin embargo, esta ausencia del reconocimiento consciente no era una base útil para la exclusión de la cognición del procesamiento emocional.
La Teoría del New Look (1950) sostenía que las percepciones eran sistemas que integraban la información sensorial sobre estímulos físicos con factores internos tales como: necesidades, metas, actitudes y emociones. Esta teoría fue muy criticada debido a que a muchos psicólogos no estaban de acuerdo con la idea de percepción inconsciente, porque no existía un marco apropiado para concebir la percepción sin el conocimiento de los estímulos percibidos.
Una de las áreas de investigación que surgió sobre el procesamiento inconsciente fue la defensa de lo prohibido: la demostración de que las palabras prohibidas tienen un umbral de reconocimiento del estimulo más elevado que las palabras análogas que carecen de connotación sexual, escatológica o tabú. Un estudio que exponía a sujetos a diferentes palabras, demostró que las personas necesitaban más tiempo para reconocer las palabras tabú de aquellas que no lo fueran, lo significo que las palabras tabú eran percibidas subconscientemente y censuradas, ya que su aparición provocaba ansiedad.
Sin embargo, Eriksen (1970) sostenía que la percepción inconsciente era una imposibilidad lógica, ya que la imposibilidad de los sujetos de identificar verbalmente los estímulos tabú no se debía a que el estimulo no entrara a la conciencia, sino a la resistencia manifestada por los sujetos al pronunciar palabras violentas en público. Desde 1970 hasta la fecha el cognitivismo puso su énfasis en el componente cognitivo de las emociones, en la activación fisiológica y las respuestas expresivas (Burin, 2002), haciendo hincapié en el concepto de evaluación, debido a que cumple la función de explicar el vacío entre el estimulo y respuesta y entre el estímulo y los sentimientos.
Desde 1970 hasta la fecha el cognitivismo puso su énfasis en el componente cognitivo de las emociones, en la activación fisiológica y las respuestas expresivas (Burin, 2002), haciendo hincapié en el concepto de evaluación, debido a que cumple la función de explicar el vacío entre el estimulo y respuesta y entre el estímulo y los sentimientos.
Teorías de la emoción
Proceso emocional desde la perspectiva cognitiva